En el medio de una semana complicada por el
paro docente, queremos recordar la tarea cotidiana de las maestras jardineras.
Como segundas madres toman en sus manos la
tarea de acompañar la crianza de los niños, introducirlos en la vida social,
recreativa y en la educación.
Hoy se celebra el día de las maestras
jardineras y de los jardines, uno de los pocos espacios, consensuados por casi
todos, donde el nivel educativo es de calidad.
En este marco de lucha por las condiciones
laborales de los docentes bonaerenses, recordar el trabajo de compromiso con
los más chicos es rescatar la vocación de servicio por el otro, la
responsabilidad asumida en la motivación de valores.
Hoy se recuerda la figura de Rosario Vera
Peñaloza, una mujer que se comprometió hasta los huesos con la educación,
sobretodo de los niños en la educación infantil temprana.
Parte del Aire de esta sociedad en que nos toca
vivir delega en las instituciones y los maestros gran parte de la educación,
muchas veces desprendiéndose de las responsabilidades.
Hoy, que la figura de las maestras jardineras es
uno de los pocos baluartes reconocidos de la educación para todos, tenemos que
acompañar la hermosa tarea de educar a nuestros hijos con la presencia y el
ejemplo.
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