Hoy se conmemora el día del Veterano y de los
Caídos en la guerra de Malvinas. 31 años después de aquel día, recordamos, con
dolor, esa decisión que llevó a la guerra a jóvenes argentinos de tan solo 18
años o apenas un par de años más.
Hoy, tras un manto de neblinas, aquellas islas
siguen en el corazón de la gente, sobretodo de aquellos jóvenes que vivieron la
tragedia de perder a sus seres queridos, de aquellos familiares que no
volvieron a ver a sus hijos, nietos, sobrinos.
No las hemos de olvidar, reza la canción que en
menos de dos meses enfervorizó los ánimos de los argentinos durante 1982.
Hoy, ese mandato de recuerdo permanente, se
viabiliza a través de la diplomacia, el juego estratégico del apoyo de los países
soberanos en el reclamo por las islas que nos pertenecen por derecho, historia,
proximidad.
Parte del Aire de estos 31 años trascurridos,
fue cambiando su aroma del recuerdo: de la bronca acumulada a la verdad
develada en cada acto conmemorativo.
Pasaron 31 años de aquel paso en falso que llevó
a que una generación quede pregnada por el dolor de la muerte. Por aquellos caídos
en Malvinas, por nuestros veteranos de guerra hoy recordados y valorados.
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